Una propuesta para combatir eficientemente la evasión

El ingeniero Marcelo Schvarzstein, titular de Supermercado Reconquista - Sajel S. A. plantea su visión sobre la situación del país y propone una devolución parcial del IVA.

Estamos en el país de los desencuentros. Parecería que necesitamos soportar enormes dolores, escarmentar permanentemente, para poder encontrar algún sitio común.
Lo último en común que experimentamos, desde lo político, fue el Nunca Más. De aquello solo quedó que no hay más un poder militar que aceche.
Pero desde otros aspectos tenemos no solo grietas, sino baches profundos para terminar con el flagelo de la pobreza, modernizar las instituciones, la educación, la infraestructura, la producción, la seguridad, la justicia, del rol del Estado, etc., etc.
La economía, por supuesto que es una consecuencia de los desencuentros. Pero por algo debemos empezar.
El tema de fondo es que se entienda que Recaudar más y Gastar menos es la ecuación más elemental del ahorro y el equilibrio de las cuentas. Parece tan obvio, tan simple, pero sin embargo ese es uno de nuestros grandes problemas.
Desde hace un largo tiempo el Estado, con diferentes gobiernos, se olvida de algunos sectores y protege a otros.
El Estado se multiplicó por 3, en estructura y recursos humanos en los últimos 15 años, pero los servicios que presta no avanzaron en esa proporción. Sólo se pensó en las rentas financieras y no en la producción. Y por otro lado se despilfarró en populismo.
El Estado es el Gran socio “bobo” para algunas cosas y muy sagaz para otras. Representa el 40 % de todo lo que consumimos. Con cada aumento de precios, aumenta la recaudación del Estado.
La política solo habla de finanzas macroeconómicas y los ciudadanos comunes hablamos de cómo mantener nuestros hogares.
La política habla de equilibrio fiscal cargando solo sobre los contribuyentes los esfuerzos y el peso de una asfixiante presión fiscal que el mismo Estado genera.
La inflación, que para la población es un mazazo a sus ingresos, para el Estado implica mejorar sus ingresos.
Si un privado gasta más de lo que le ingresa, queda endeudado o colapsa.
Si el estado gasta de más......imprime billetes. O, en todo caso, se sigue endeudando.
Las monedas fueron creadas como un instrumento para favorecer el intercambio de mercaderías, servicios, propiedades, etc. Pero Argentina transformó el dinero en una mercancía más, pero de alto valor.

El flagelo de la informalidad

Cada vez somos menos los que sostenemos al Estado. No se combate la informalidad.
Es necesario transferir a los sectores populares la conciencia de la importancia de exigir factura. Se debería aprovechar la enorme bancarización existente para que todo aquel que exija su factura en sus compras y opere con tarjeta de débito reciba un porcentaje del IVA acreditado en su cuenta.
Tenemos además un país macro cefálico. Prácticamente el 50 % de la población está en el 10 % del territorio. Ello hace inviable a gran parte del territorio nacional que se va vaciando.
Ante la falta de valor del peso, y la vocación bipolar entre dólar y peso, es necesario “tirar el ancla” para parar con la espiral devaluatoria permanente.
Tenemos que convencernos que tenemos DOS MONEDAS.
Es necesario encontrar un mecanismo para vincularlas en forma inteligente y con reglas claras, que no consistan sólo en aplacar el dólar con altas tasas que inmovilizan el crecimiento.
Lo que se está haciendo es peligroso. Es como si un médico pretendiera bajar la fiebre generándole más temperatura al paciente.
En beneficio de la gente, de la gobernabilidad, de la convivencia pacífica es imprescindible que se tomen medidas URGENTES, YA. Medidas distintas a este aumento indefinido de la fiebre.
El gobierno después de la situación creada a partir de las PASO y la devaluación que generó un desacomodamiento de los precios, propuso algunas medidas bien intencionadas
Pero vemos que, como en el caso del IVA CERO para algunas líneas de productos, han generado un sin número de inconvenientes, que a la postre, las hacen poco eficientes en el objetivo de hacer sentir a los asalariados un impacto de baja en los precios de la canasta familiar.

Una propuesta: devolución parcial del IVA

Me animo humildemente a sugerir una medida básica complementaria. Lo hago desde el sentido común, sin ningún tipo de especulaciones.
Se trata de una medida para combatir la informalidad e incrementar la recaudación de impuestos, con involucramiento de la sociedad.
Esto no significa aumentar los impuestos, sino disminuir la evasión.
Para ello es necesario concientizar a la población sobre la importancia de “pedir la factura”.
Se debería aprovechar la enorme bancarización existente para que todo aquel asalariado que exija su factura reciba un porcentaje del 50 % IVA acreditado en su cuenta. Hasta un tope de 5.000 $ mensuales.
Ello haría que el propio consumidor concurra solo a los comercios formales que les entreguen factura.
El consumidor será así el mejor recaudador de impuestos, EN SU PROPIO BENEFICIO.
Ejemplo: compra de $47.619,00 CON FACTURA logra $5.000 de acreditación a la cuenta en forma directa mensual por parte del Estado.
Este mecanismo debería ser aplicado para TODOS aquellos que cobren un sueldo, ayuda social y jubilación en forma bancarizada.
Esta medida debería aplicarse por un período de no más de un año y tomar en cuenta que debe ser un porcentaje importante para que el consumidor realmente LO NOTE.
Estimo que el impacto de esta medida al menos mantendrá equilibrada la mayor recaudación por la exigencia de las facturas.
Esta medida, que impactaría sobre la clase media y los asalariados, debería aplicarse solo a compras de vestimenta y productos de consumo masivo, como alimentos, limpieza e higiene personal.

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