Alarmante crecimiento del comercio ilegal

La Cámara Argentina de Supermercados (CAS) y la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA) manifiestan su profunda preocupación por el sostenido crecimiento del comercio ilegal en todo el país.

Esta realidad que acosa día a día a los argentinos, que invade las calles y locales de ciudades a lo largo y a lo ancho de la República Argentina, ha generado un movimiento de 2.227 millones de pesos el pasado mes de junio, según un estudio elaborado por CAME, en 406 ciudades.

En la primera mitad del presente año se instalaron 17 mercados conocidos como "saladitas", elevando el número total a 119 en todo el país. Cerca de 60.000 personas están desarrollando actividades ilegales en estos centros comerciales y en puestos callejeros en la modalidad de "manteros".

Las cifras son realmente alarmantes, teniendo en cuenta que lo mencionado es sólo una muestra acotada de una situación que se ha extendido en todo el territorio nacional y se agrava en forma constante, generando un daño incalculable a la economía nacional.

Esta actividad delictiva afecta en forma directa a los comercios debidamente registrados, que invirtieron en el país, abonan impuestos, generan empleos formales, cumplen todas las normas sanitarias y operan con proveedores que también actúan en la legalidad.

CAS y FASA destacan que es fundamental, para un sano desarrollo económico del país, un absoluto respeto por las leyes vigentes, que deben ser parejas para todos los actores de la comunidad, solo así los empresarios podremos cumplir acabadamente con nuestra misión que no es otra que invertir, crear empleo y generar riqueza.

Además de pedir firmemente a las autoridades nacionales, provinciales y municipales que cumplan con su deber de hacer respetar la ley, sin excepciones de ningún tipo, las entidades representativas de los SuperArgentinos exhortan a toda la comunidad para que tome conciencia del daño que se genera cuando alguien compra en el comercio ilegal. El deterioro que produce la suma de cada una de esas compras, en el circuito económico legal, alimenta a un círculo vicioso del que será muy difícil salir si no se toman las urgentes decisiones que impone la gravedad de la situación.